De acuerdo con el Banco de Desarrollo de América Latina, el 37% de las personas guardan sus recursos en una alcancía o debajo del colchón.
Según un estudio del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), realizado a 4800 personas de Perú, Ecuador, Bolivia y Colombia, el 39 % de los colombianos no ahorra y el 37 % de las personas que sí lo hacen, guardan estos recursos en una alcancía o ‘debajo del colchón’ y no en entidades bancarias.
El estudio también reveló que el 12 % de los ahorradores colombianos consigna su dinero en una cuenta de ahorros o corriente, mientras que el 9 % en ‘cadenas de ahorro privado’ y solo el 6 % deja su capital en depósitos a término (CDT).
Para William Shelton, presidente de Banco Multibank, ahorrar no es sinónimo de guardar el dinero sino de saberlo manejar y reservarlo para fines particulares, ya sean académicos o personales, "las personas que deciden hacer un ahorro mensual se trazan una meta y manejan su presupuesto competitivamente para no malgastar sus ahorros en el día a día, solo así se puede ver el resultado de este gran esfuerzo financiero", dice.
En la actualidad, el mercado financiero ofrece diversas modalidades de ahorro, de acuerdo a los ingresos y egresos que las personas tienen. Sin embargo, las nuevas generaciones requieren de un nuevo y novedoso modelo de ahorro para tener una economía activa y duradera.
En ese sentido, Shelton aconseja tener en cuenta los ingresos mensuales que se destinan para los gastos fijos, gastos variables y gastos de inversión.
Bajo este contexto, los gastos fijos son las obligaciones mensuales o gastos de supervivencia como la manutención, alojamiento y alimentación. En gastos variables se encuentran la compra de ropa, productos de cuidado personal, educación, vacaciones y/o gastos de diversión. Finalmente, se debe tener en cuenta el gasto de inversión, es decir, tener un rubro destinado para una meta que impulse el ahorro: finca raíz o automotores. A partir de estas variables se puede empezar a generar una tabla de control de gastos e inversión.
Posterior al cuadro de control, se debe fijar el tiempo de ahorro, es decir, determinar la forma en la que gastará el dinero. Lo ideal es establecer un periodo ya sea a corto, mediano o largo plazo.
"Mantener un fondo de emergencia resulta de gran provecho para determinar gastos imprevistos que se originen. Lo principal de un ahorro no es cohibirse de su 'caprichos', sino establecer prioridades y darle relevancia a lo que realmente vale la pena invertir", explica el presidente de Multibank.